jueves, 29 de diciembre de 2011
jueves, 22 de diciembre de 2011
martes, 20 de diciembre de 2011
domingo, 18 de diciembre de 2011
lunes, 12 de diciembre de 2011
miércoles, 16 de noviembre de 2011
jueves, 6 de octubre de 2011
FUNDAMENTOS DE LA RECREACIÓN:
FUNDAMENTOS DE LA RECREACIÓN:
Las vivencias,
experiencias y satisfacciones de los usuarios de los servicios de recreación
son el fundamento de la labor del recreador, por cuanto suscitan nuevas
formas de definir y afrontar un proyecto de vida y de afrontar o modificar su
realidad. Es indudable la importancia que adquiere el enriquecimiento
personal y profesional de quien asume esta labor, lo que conlleva a la
cualificación y al posicionamiento de la misma y, a su vez, de la recreación
como medio para el desarrollo humano y social.
Pretende brindar al recreador los
conceptos y las herramientas básicas que contribuyan de manera efectiva a
hacer realidad en la práctica los planteamientos anteriores. A través del
módulo intentaremos dar respuesta a
los interrogantes surgidos al respecto, de manera tal que el acopio de
conocimientos y vivencias sirva a los propósitos profesionales y
operacionales en su campo de acción.
Iniciaremos tratando de clarificar
los conceptos básicos y las tendencias actuales de la recreación,
reconociendo sus valores y alcances como disciplina y como actividad
significativa dentro del desarrollo de la humanidad, lo cual nos ubicará
directamente sobre el qué hacemos y su razón de ser.
Es necesario, en tal sentido, enfocar a la recreación desde la
perspectiva de los beneficios que aporta en el desarrollo de las distintas
dimensiones humanas y, por consiguiente, en el de la integralidad personal,
lo que, una vez llevado a la conciencia, permita fijar nuevos lineamientos
hacia la consecución de mejores niveles en la calidad de vida del ser.
Abordaremos las principales estrategias definidas en el PLAN
NACIONAL DE RECREACIÓN para la planeación y ejecución de programas
lúdico-recreativos, con el propósito de adentrarnos paulatinamente en el
trabajo de campo.
El capítulo sobre Pedagogía del Ocio aportará nociones, estrategias
y experiencias importantes para el trabajo directo del recreador en su
ejercicio como instructor y motivador de actividades y procesos. Nos conduce
a un recorrido por algunas de las técnicas e instrumentos más usuales para el
desarrollo de actividades lúdico-recreativas y que tienen, entre otras, la
finalidad de trascender al simple acto recreativo.
1. OBJETIVOS:
Cualificar el talento
humano participante del programa con respecto a la apropiación de los
fundamentos de la recreación, tal que sean asumidos de manera consciente en
el diseño de actividades y programas recreativos que generen beneficios
significativos y contribuyan a cimentar una cultura de la recreación en los
beneficiarios.
·
General
Brindar los conceptos y elementos metodológicos
fundamentales de la recreación, definiendo sus características y componentes
particulares, de tal forma que su apropiación permita definir propósitos
claros en la formulación e implementación de actividades y programas
recreativos de impacto.
·
Específicos
Los participantes
estarán en capacidad de:
o
Identificar
los conceptos fundamentales de recreación, ocio y tiempo libre desde sus
características, propósitos y componentes específicos.
o
Identificar
y analizar los conceptos y características de las tendencias actuales en
Recreación Social, Pedagogía Lúdica y juego desde la perspectiva del
desarrollo humano.
o
Brindar las
herramientas y estrategias básicas adecuadas de la Pedagogía Lúdica
con miras a su aplicación práctica en el diseño y desarrollo de actividades y
programas lúdico-recreativos.
o
Propiciar la
reflexión colectiva y la comprensión individual respecto al papel de la
lúdica como instrumento para el desarrollo de la capacidad creativa.
o
Fomentar el
desarrollo e implementación de técnicas de pensamiento y procesos de
reflexión-creación de carácter lúdico a partir de la vivencia de los
fenómenos sociales y las expresiones artísticas y culturales de manera que
sean aplicables a la solución de conflictos de la realidad inmediata.
o
Ofrecer los
conceptos básicos a fin de comprender a la recreación como un sistema que
requiere para su funcionalidad de un método apropiado de planeación y
ejecución para garantizar sus propósitos finales.
2. METODOLOGÍA:
A partir de la lectura previa de los materiales de apoyo entregados a los estudiantes, se profundizará en cada unos de los temas propuestos, de tal manera que el encuentro permita la conjugación de las propuestas teóricas con las vivencias de cada participante.
Si bien es cierto que la primera parte de la sesión se desarrollará
de manera magistral, en el desarrollo temático se hará aplicación de
recursos, instrumentos y estrategias propios de la Pedagogía Lúdica
con el fin de que el participante los vaya reconociendo y apropiando como
complemento y práctica de los contenidos del eje temático correspondiente.
Las lecturas son requisito indispensable para la preparación del
módulo y a la vez son tomadas como materiales de apoyo para el desarrollo de
los trabajos de aplicación y evaluación, en los cuales se privilegiará el
trabajo en grupos: una vez logrado el reconocimiento de cada uno de los
componentes temáticos, de su respectiva identificación y análisis, se
desarrollará una sesión de trabajo de aplicación conducente a la resolución
de problemas o situaciones puntuales que permitan, mediante la
implementación de estrategias lúdicas,
la ampliación de los conocimientos y de la capacidad de relación y expresión,
así como el desarrollo de aptitudes y potencialidades de manera creativa.
De allí surgirá un producto específico (informe) resultante de la
capacidad analítico-creadora de los participantes donde se haga manifiesta
una clara relación entre la teoría y su aplicación práctica en la resolución
de problemas concretos.
En el desarrollo de los temas se otorgará suma importancia a los
saberes y experiencias individuales de los participantes como puntos de
análisis, rescatando y promoviendo su
utilización como estrategia e incorporándolos al proceso con las debidas
orientaciones, si son requeridas.
De otra parte, se considerará como criterio de evaluación, en el
aspecto individual, la disposición y el interés del participante hacia el
tema desarrollado, su grado de participación, entusiasmo, espontaneidad, seguridad y sentido de
pertenencia con respecto a su labor.
3. OCIO, TIEMPO LIBRE Y RECREACION:
3.1.
RESEÑA HISTORICA
El
proceso de hominización se caracteriza y se fundamenta por la interacción del
individuo sobre el medio como estrategia obligatoria de supervivencia, lo que
implica un reconocimiento de sus potencialidades. Si bien es cierto que en
las primeras etapas tal interacción no es plenamente consciente, más bien
intuitiva, no por ello deja de ser una experiencia enriquecedora de sus
habilidades naturales. El carácter gregario del individuo se hace más evidente
al desarrollar una concepción comunitaria de la vida social y productiva. En
este accionar de compartir las actividades y los beneficios de la misma, se
va cohesionando paulatinamente el grupo surgiendo la normatividad como agente
regulador de las relaciones, sin
implicar necesariamente la jerarquización ni la especialización.
En
este ámbito, el tiempo libre como tal no se da, pues el reconocimiento de la
naturaleza y su adaptación o transformación son igualmente actividades
productivas. Más aún, las manifestaciones recreativas, como los ritos y
ceremonias, responden a la necesidad de interactuar sobre los elementos; así mismo, la cultura
material responde a criterios de utilidad, si bien que, combinados con lo
estético, lo artístico. En este plano, la actividad productiva se combina con
la capacidad creativa.
El
surgimiento de la diferenciación social y la propiedad privada da paso al
modo de producción esclavista donde se pone de manifiesto la diferencia entre
el tiempo dedicado al trabajo y el dedicado al ocio, asumido o disfrutado
según la condición de esclavo o de amo. La especialización de tareas entre la
población libre da paso igualmente a la concepción del tiempo de descanso
(compensador), no necesariamente tiempo de ocio.
Es
en las sociedades mediterráneas, Griega y Romana, donde el tiempo de ocio es verdaderamente aprovechado para el desarrollo individual y
la realización personal. En Grecia, el tiempo de ocio es destinado a la
contemplación creadora del espíritu generando manifestaciones artísticas y
científicas y planteamientos filosóficos. El ocio adquiere la propiedad de un
medio para el enriquecimiento físico y espiritual.
En
la sociedad romana, a diferencia, el ocio es considerado como un medio
compensador de las energías para el trabajo. Ocio se identifica con tiempo
libre; negocio (nec-otium = negación del ocio) es tiempo ocupado. Ese tiempo
de descanso es ocupado en entretención o diversión que distrae de la
obligación laboral y que en muy pocas ocasiones enriquece verdaderamente el
espíritu. Las peleas de los
gladiadores o los sacrificios de cristianos frente a los leones no se pueden
considerar de ninguna manera como “diversión constructiva” (ni más faltaba!).
Con
la caída del Imperio Romano de occidente (siglo V ) se da paso al modo de
producción feudal donde persiste la diferenciación social basada en las
relaciones de servidumbre y vasallaje, surgiendo una clase de terratenientes
que, para nuestro tema, darán un enfoque particular a la concepción del ocio.
El ocio es privilegio de la clase que no requiere desempeñar una labor
productiva -indigna, por demás-, es ostentoso; las actividades recreativas
como el deporte y la caza otorgan reconocimiento social. Para la clase
trabajadora, los siervos, el tiempo de ocio es efímero y es dedicado a
cohesionar la familia. Durante esta etapa surgen personajes como el bufón y
el juglar quienes ofrecen diversión popular y en no pocos casos tendrán el
privilegio de actuar en las cortes.
La
burguesía de las ciudades empleará su poder económico para ganar prestigio
mediante la realización de fiestas, bailes y festivales que incluyen la danza
y el teatro y, ya entrando el Renacimiento, a través del patrocinio a los
artistas, escritores e inventores, siguiendo en este último caso un criterio de
utilidad. Para entonces, y según su apreciación, el tiempo de ocio debe ser
igualmente productivo (reviviendo a su manera el ideal griego).
Con
el surgimiento de la
Reforma Protestante se modifica radicalmente la concepción
del ocio considerando censurables y acusables las manifestaciones recreativas
y se dignifica de tal manera el trabajo, que las actividades de ocio son
estigmatizadas como libertinaje y por consiguiente “condenables”.
El
fenómeno de la industrialización en la sociedad Moderna le ha dado al ocio
una concepción netamente compensadora y ello se demuestra en el afán de los
trabajadores por lograr concesiones que disminuyan el tiempo laboral y por
consiguiente aumente el tiempo de descanso. Sin embargo, esta apreciación en
términos cuantitativos no se traduce en aprovechamiento cualitativo. Lo que
importa no es el ocio sino el no trabajo. De tal manera, si en las
etapas anteriores el ocio tenía un contenido y un significado, para ésta es
espacio vacío que poco contribuye a la humanización del individuo. De allí
que en los últimos tiempos haya surgido la industria de la entretención con
la finalidad de otorgarle sentido y calidad al tiempo libre.
3.2. ¿CÓMO DEFINIMOS
EL OCIO?
La
noción (idea vaga) de Recreación, en su sentido más general, está asociada a
términos subjetivos y opiniones fundamentadas en el interés o la experiencia
de quien la asume, pudiéndose
considerar por ello como una
actividad, un sistema, una idea, el jugar, el divertirse, el hacer
deporte competitivo, toda entretención, etc. Concepciones fragmentarias que
no abarcan la totalidad del fenómeno. Ante la dificultad de conceptualizar
sobre un objeto tan amplio, es necesario relacionarlo con sus componentes,
buscando por lo menos definir su razón de ser. Su fundamento.
Tocaremos
como punto de partida el carácter liberador del ocio, concepción
antagonista con el puritanismo que consideraba al trabajo como el único y
exclusivo elemento liberador. El centro del problema es el trabajo; éste, en
cualquier modelo político a partir de la industrialización, posee como
característica a la alienación o conduce a ella: el obrero realiza tareas
fragmentarias siendo el eslabón de una cadena mecánica donde el producto no
tiene relación con él, generándose cierta servidumbre sicológica difícil de
sobrellevar. Por esto se busca en el no trabajo un sentido distinto, un
significado a la existencia.
En
términos marxistas, la alienación se define como el acto en que el mundo de
las cosas producidas por el hombre penetra en su propio interior haciéndole
perder sus características humanas. Para la sicología social, por lo mismo,
el trabajo deja de ser un fin en sí mismo, un acto libre, para transformarse
en sólo un medio y ser vivenciado como obligación, yugo, monotonía, fatiga y
aburrimiento. Así el hombre se empobrece sicológicamente, humanamente, en vez
de desarrollarse y ampliar su yo y su conciencia. Se deteriora su posibilidad
de comunicación, de aprendizaje, de creatividad (por el carácter repetitivo
del trabajo).
Por
otro lado, el consumo es también factor alienante. considerándolo como un
acto en el cual no participan nuestras necesidades reales sino que obedece a
condicionamientos externos como la ostentación, la apariencia o la moda. El
dinero como producto del trabajo otorga al individuo el poder para adquirir
cosas, independientemente de que las utilice o no. O que las utilice mal. El
tiempo libre es igualmente una mercancía que se adquiere o que se acumula
para ser consumida, gastada hasta su agotamiento, como preparación para afrontar
nuevos momentos de obligaciones (las vacaciones, por ejemplo).
Si
identificásemos al tiempo libre como tiempo de no trabajo, incurriríamos en
notable contradicción por cuanto éste último se manifiesta como resultado de
una necesidad de desprenderse de una obligación para ser disfrutado; responde
a la necesidad de contrarrestar el cansancio o el aburrimiento del trabajo y,
al ser necesario, no puede considerársele libre. Sería simplemente
tiempo “liberado de...” (obligaciones); tiempo hetero-condicionado
(condicionado por otro), pues la libertad supone la anulación de la
necesidad. Para que el ocio adquiera el carácter de liberatorio, no sólo debe
anular la obligación primaria sino también los efectos de dicha obligación:
el trabajo es la obligación, el cansancio, el aburrimiento, el estrés, son
los efectos de la misma. El tiempo libre será tal en tanto posibilite la
elección –igualmente libre- de utilizarlo “para...” (algo), sin responder más
que a auto-condicionamientos.
Las
funciones del ocio, según Jean
Dumazedier, estudioso del tema, deben ser:
Descanso, en cuanto libera de la fatiga laboral.
Diversión, por cuanto libera del aburrimiento y la
monotonía, re-equilibrando al individuo frente a sus obligaciones.
Desarrollo de la personalidad, en tanto posibilita una
mayor participación social y cultural desinteresada.
Esta
última función supone una verdadera disponibilidad del individuo para sí
mismo, condición esencial para su
socialización. A partir de esta trilogía que implica conocimiento, placidez y
desarrollo, se reconoce la recreación como un componente vital parta la
formación del ser humano y a través de la cual se satisfacen necesidades de
distensión, disfrute y crecimiento personal. En consecuencia, todo aquello
que permita o estimule el desarrollo del hombre como totalidad, merece el
calificativo de recreativo.
Aunque
la recreación se puede lograr por medio de actividades, no es posible
identificarla plenamente con ellas, puesto que éstas son solo medios que le
permiten al individuo reconocerse y tomar decisiones. El carácter recreativo
lo confiere el hombre mismo cuando, a través de ellos (los medios), se
recrea, es decir, cuando la participación o práctica de una actividad cuenta
con la actitud receptiva, positiva y transformadora que produce una verdadera
satisfacción, para el disfrute pleno de la vida, la alegría, la fe, la
confianza, la solidaridad, la auto-realización, el deseo de superación y
otros valores.
De
esta manera, se puede afirmar que nos recreamos cuando hemos logrado sustraernos
de lo habitual o rutinario, descubriendo en las cosas un nuevo sentido. Nos
recreamos con el diálogo sincero, en la verdadera amistad, con la lectura o
re-lectura de un libro; en la contemplación de la naturaleza, cuando variamos
o encontramos algo nuevo en lo que hacemos a diario, en la clase, en el
trabajo, nos recreamos.
Se
hace necesario insistir en la recreación como medio y no como fin último.
Como medio, ayuda a orientar la vida y contribuye al desarrollo del carácter
y estructuración de la personalidad, pues a través de las actividades
recreativas se logra un equilibrio entre lo que se es y lo que se quiere ser.
Su influencia es grande y va mas allá de la búsqueda de alegría, placer,
distracción, calma, creación, factores que proporcionan un renovado impulso
para volver a encontrarse en aquello que puede ser fundamental para la vida
de cada uno, como lo es el trabajo, a través del cual realizamos lo que más
nos gusta y nos permite crecer individual y colectivamente en la reciprocidad
con los demás, asumiendo en la práctica con carácter recreativo. Re-crear
(volver a crear), resume toda la filosofía de la recreación.
De
otra parte, podemos identificar, según el mismo autor, las características del ocio:
Es
liberatorio, en tanto es el
resultado de una libre elección y porque libera de obligaciones.
Es
hedonístico, en tanto busca el
placer, la satisfacción como fin.
Es
desinteresado: no está sometido a
ningún fin lucrativo o utilitario.
Es
personal: atiende a necesidades
individuales auto- condicionadas.
A
esta altura y, partiendo de los elementos, funciones y características del
ocio expresadas anteriormente, la RECREACION la podemos concebir como el conjunto
de actividades que conllevan al descanso, a la diversión y a la formación
personal y social del individuo, fomentando su capacidad creadora de manera
libre y espontánea.
4. TENDENCIAS ACTUALES DE LA RECREACIÓN:
A continuación esbozaremos las principales características de las tendencias, modelos de acción o enfoques de la recreación más usuales con el propósito de que sirvan como punto de partida para una discusión más amplia, de forma que nos permita definir con mayor claridad sus alcances y beneficios con miras al diseño apropiado de los programas lúdico-recreativos.
4.1. EL RECREACIONISMO
Enfatiza en el carácter netamente compensatorio de la recreación en
cuanto otorga singular importancia a las actividades desarrolladas en el
tiempo de no trabajo, las cuales hacen las veces de factor re-equilibrante y
regenerativo del estado anímico y físico de las personas involucradas. De tal
forma, el tipo de actividades es lo de menos, pues éstas tienen el carácter
de aleatorias –en ocasiones desordenadas- e individualistas y a través de
ellas -o en ellas-, se pretende que se dé cierto grado de sociabilidad sin
más condiciones que el disfrute del conjunto en masa. De lo que se trata en últimas es de ocupar
el tiempo no ocupado laboralmente, trátese de los momentos después de la
jornada, el día libre o las vacaciones. Por ello, quienes dirigen u organizan
–desde afuera- este tipo de actividades son “oficiantes” del ejercicio físico
o recreadores empíricos que, si bien es cierto, en ocasiones planean sus
programas y rutinas, ellas están lejos de cumplir con las funciones que
definimos con anterioridad.
Este modelo de acción, desafortunadamente el de más arraigo en
nuestro medio, se corresponde con el sistema socio-económico imperante, por
cuanto en él no media ni interviene la reflexión, el cuestionamiento o la
trascendencia humanista de lo realizado más allá del divertimento; más bien,
de lo que se trata es de perpetuar –y aceptar- el estado de cosas. Los
casinos y gimnasios de las empresas sirven a la medida a tales propósitos.
4.2. LA ANIMACIÓN
SOCIO-CULTURAL (A.S.C.)
Este modelo tiene sus raíces en las corrientes sociológicas de los
años 50 y se fundamenta básicamente en la Educación Popular
y en la participación social como motor de transformación; por lo tanto, se
enfoca hacia el cambio de actitudes en las personas y hacia su participación
dentro de la dinámica social, de manera consciente. De allí que las acciones
del animador socio-cultural pretendan la modificación, la generación, la
reflexión o la toma de conciencia acerca de los valores sociales o
institucionales, afirmando en la crítica el carácter de modelo
contra-funcional (inconformismo, antes que pasiva aceptación). El sentido
educativo y formador de este enfoque se refleja igualmente en el método de
trabajo, en cuanto permite que el conjunto de acciones sea influido o dependa
de los intereses de los participantes, fomentando el acuerdo y el trabajo
grupal. Difiere del anterior en cuanto a que, en aquel, la intervención de
los participantes en la planeación y el desarrollo de la actividad es mínima
o nula; por otra parte, la diversidad de actividades de la A.S .C. abarca otros campos
como las prácticas deportivas, culturales, artísticas o de socialización
En este modelo podemos observar, además del carácter compensatorio
de la actividad recreativa, el componente liberatorio en cuanto posibilita la
elección personal y, lo social y hedonístico, referido a una diversión
elaborada y compartida al interior del colectivo, más consecuente con las
funciones y características del ocio ya descritas, a diferencia del carácter
individualista del recreacionismo; así mismo, los animadores, ya sean
empíricos, voluntarios o formados en la academia, tienen muy en claro los
anteriores fundamentos.
4.3. LA RECREACIÓN EDUCATIVA
La
finalidad de la educación, en sentido general, es la formación del individuo
en todas sus dimensiones, intelectual, física, social, cultural, afectiva,
tal que pueda integrarse adecuadamente a la vida futura. Sin embargo,
tradicionalmente ha sido fraccionada dándose énfasis a uno u otro aspecto,
hasta llegar a reducirse a la formación para el tiempo ocupado, para el
trabajo (entendido como “empleo”), más que para el individuo en sí o para la
vida misma, perpetuando la reproducción del sistema con sus concebidas
desigualdades.
Muy
pocas son las instituciones educativas que pretenden modificar el sistema a
partir de la toma de conciencia de los participantes posibilitando el
surgimiento de protagonistas de dicho cambio; las políticas educativas en
nuestro medio actual lo hacen casi imposible y, la educación así vista,
carece del carácter liberador que debe poseer y pierde su fundamento
original, dando cada vez menos respuesta al desarrollo social, a los cambios
tecnológicos o a la humanización del hombre.
Si la educación pretende fomentar en el individuo la intencionalidad
crítica y modificadora de la realidad, deberá replantear sus estrategias
brindando los espacios necesarios para la reflexión, la creación y el
compromiso. Es allí donde la recreación encuentra su razón de ser.
Si
bien es cierto que algunos docentes emplean estrategias lúdicas para
adelantar su labor académica, valdría la pena que precisáramos si su uso es
meramente didáctico o pedagógico: EDUCACION RECREATIVA O RECREACION
EDUCATIVA?
En la primera, la recreación es entendida como el recurso didáctico
que posibilita la fijación de conceptos ya definidos, de manera entretenida;
así, hablaremos de Matemática recreativa, Química recreativa, etc. En el
segundo caso, entendemos que a partir del ejercicio lúdico se fomentan la
construcción conceptual y de actitudes, la búsqueda del conocimiento, la
creatividad y el desarrollo de valores. El medio es el mismo, pero se
diferencian en cuanto a la finalidad. La primera hace énfasis en la
enseñanza mientras que la segunda lo hace en el aprendizaje.
Cualquiera que sea la posición adoptada por el docente, de todas
formas se asume que se trata de educar en el tiempo ocupado, en la
escolaridad. ¿Qué sucede entonces con el tiempo libre en su concepción más
plena, considerado como el espacio para la reflexión y el desarrollo intencional?
Retomando
el concepto de Erich Fromm, la libertad existe en tanto contemple “libertad
de...” y ‘libertad para...”, aspectos no inmanentes al individuo, sino
que implican un proceso de aprendizaje y por tanto un agente que lo
instrumente, que sugiera, que oriente, que motive los modos de liberar el
tiempo “para...” (algo).
5. LA RECREACION COMO
SATISFACTOR SINERGICO:
Nacional e internacionalmente
el ocio y la recreación están en un momento rico y dinámico de construcción;
las condiciones y tendencias contemporáneas en lo político, lo ambiental, los
desarrollos tecnológicos, la guerra, la xenofobia, en fin todos aquellos
condicionantes al que el ser humano de hoy se enfrenta, y la oportunidad que
da el hecho que tanto paradigmas estén en cuestionamiento, da opciones
creativas y sustentadas para intentar acercarse a una respuesta que ayude a
concretar la forma como el ocio y la recreación contribuyen al desarrollo
humano.
En este sentido se
asume el reto de aportar a la
construcción de modelos desde la recreación pero recogiendo el conocimiento
que aportan las diferentes disciplinas, y tomando una posición frente a él.
En esta tarea se ha venido articulando en términos propositivos, y sometidos
a discusión, el Modelo de Desarrollo a escala Humana Max Neef, Elialde y
Hopenhayn[2].
Uno de los aspectos que
más llama la atención de este modelo es, entre otras, que el mismo no
pretende mostrar una verdad en relación con la propuesta de desarrollo que
debe considerarse como verdad y condición para su aplicación; sino más bien
desde la expectativa que ésta es una construcción a través de mecanismos de
participación social, con los actores y sus comunidades en la perspectiva,
antes que contraponerse al Estado, de hacer un esfuerzo político por trabajar
con él.
Otro elemento de partida
importante es que no supone una mirada epistemológica única a la cuestión del
desarrollo humano; la propuesta surge desde la contextualización en un
entorno específico latinoamericano, sus problemáticas y potencialidades. Esta
visión amplia la mirada a los problemas, más aún que pretenden ir más allá
del ejercicio académico.
La búsqueda que se hace
en este análisis es si es posible articular el ocio y la recreación desde una
perspectiva de desarrollo humano con este modelo e intentar identificar
categorías concretas, que en relación con los beneficios de la recreación
aporten elementos de decisión para las políticas, planes y programas del
sector y para las decisiones individuales en relación con las opciones que
cada sujeto asuma.
En primera instancia se
retoman los conceptos básicos de los autores que sustentan el modelo, para
entrar en el análisis de sus condiciones de posibilidad como referente para
alcanzar respuestas, por lo menos parciales, desde el ocio y la recreación.
Una política de
desarrollo orientada hacia la satisfacción de las necesidades humanas
trasciende la racionalidad económica y compromete al ser humano
integralmente. El Desarrollo a escala
Humana se basa en tres supuestos principales:
a)
el desarrollo se refiere a las personas y no a los
objetos; el objetivo es que permita elevar la calidad de vida de las
personas, valorada ésta en términos de
las posibilidades que tengan las personas de satisfacer adecuadamente sus
necesidades humanas fundamentales.
b)
las necesidades humanas fundamentales son finitas,
pocas y clasificables.
c)
las necesidades humanas fundamentales son las mismas
en todas las culturas y en todos los periodos históricos; lo que cambia a
través del tiempo y las culturas, es la manera o medios utilizados para la
satisfacción de las necesidades.
Los satisfactores están
culturalmente determinados; un satisfactor puede contribuir a la satisfacción
de más de una necesidad simultáneamente o una necesidad podrá requerir más de
un satisfactor. Además cada necesidad
puede satisfacerse a diferentes y con distintas intensidades. Se satisfacen
en tres contextos: en relación con uno mismo, con el grupo social y con el
medio ambiente, elementos todos ellos que suenan familiares en relación con
la forma como se construyen tanto los conceptos, como las prácticas de
recreación actualmente.
Otro aspecto conceptual
fundamental en la propuesta de Desarrollo a escala Humana, es el carácter de
carencia y potencia dado a las necesidades. La bondad de este supuesto es que
se supera la naturaleza puramente fisiológica de la necesidad en la medida
que, como potencia, movilizan y motivan a las personas y también pueden
llegar a ser recurso. Ello conduce a otro concepto: las necesidades no se
satisfacen, se realizan, se vivencian de manera continua y renovada.
El modelo propone una interrelación entre necesidades,
satisfactores y bienes económicos de forma permanente y dinámica; los bienes
económicos tienen la capacidad de afectar la eficiencia de los satisfactores,
y éstos son determinantes en la generación y creación de los medios.
Los satisfactores se desglosan a partir del cruce en la
matriz de necesidades según categorías axiológicas de: susbsistencia,
protección, afecto, entendimiento, etc., y según categorías existenciales de
ser, tener, hacer y estar. Los satisfactores posibles pueden tener diferentes
características entre los que los autores señalan:
a)
Violadores o
destructores: aunque pretendan satisfacer una necesidad eliminan esta
posibilidad y no permiten la adecuada satisfacción de otras.
b)
Pseudosatisfactores:
estimulan una falsa sensación de satisfacción
c)
Los inhibidores,
que por la forma que satisfacen, imposibilitan la satisfacción de otras
necesidades.
d)
Singulares:
aportan a la satisfacción de una sola
necesidad.
e)
Sinérgicos:
se refiere a aquellos que por la forma en que satisfacen una necesidad
determinada, estimulan y contribuyen a la satisfacción simultánea de otras
necesidades.
Los satisfactores
correspondientes a las primeras cuatro categorías son exógenos a la sociedad
civil por ser habitualmente impuestos, inducidos, ritualizados o
institucionalizados; se trata de satisfactores tradicionalmente impulsados de
arriba hacia abajo. La última categoría, en cambio, supone la facilitación de procesos
liberadores que son producto de acciones que impulsa la comunidad de abajo
hacia arriba, lo que los hace contrahegemónicos aunque en ciertos casos
pueden ser originados por procesos impulsados por el Estado.
La propuesta que aquí se
hace es que la recreación puede un satisfactor sinérgico, sin desconocer la
capacidad de otros múltiples y posibles satisfactores. El ocio y la
recreación como propiciadores de condiciones para el desarrollo humano, que
considera tanto al sujeto humano individual, como al entorno social,
cultural, económico, entre otras, se vincula a los ámbitos de interacción de
las personas, ámbitos que son donde se da la realidad del desarrollo humano.
Las situaciones
cotidianas, los valores más superiores que cada ser individual se propone,
sus proyectos de desarrollo, se dan en el ahí
y el ahora y trascienden en la
medida que se constituyan en significativos para el sujeto.
La insistencia de educar
para el ocio y la recreación y su posicionamiento en la mente de las personas
y las comunidades, tiene que ver con ello; no se puede asumir como una
actividad aislada de unas horas los fines de semana, o unos minutos después
del trabajo o la escuela; supone que el individuo y la sociedad lo asumen
como “esencial” dentro de sus procesos de desarrollo.
Para aclarar esta postura
se presentan dos vías: primero, cómo atraviesa la matriz de necesidades y
satisfactores el ocio y la recreación y cómo en últimas se vincula con las
dimensiones particulares de los sujetos y los beneficios de la recreación.
La recreación puede
constituirse en un satisfactor que
contribuye a que las personas, a diferentes niveles, intensidades y formas,
puedan realizar necesidades humanas fundamentales. La programación en
recreación sustentada en una metodología participativa y democrática, puede y
debe generar procesos de empoderamiento y autodependencia local, impulsar procesos que hagan de la
recreación un satisfactor endógeno, donde la comunidad tenga autonomía en el
qué y cómo de los programas, lo que se logra bajo el supuesto de una
planeación basada en la comunidad y el asociacionismo como se planteaba en la
primera parte. Visión fundamental para ser considerada en la planeación de
actividades y programas recreativos.
Las diferentes manifestaciones de la
recreación pueden constituirse en satisfactores en relación con el individuo,
el grupo social y el medio ambiente, y correlativamente pueden adquirir un carácter
de singulares o sinérgicos. El
propósito en todo caso es que los procesos que genere sean sinérgicos, es
decir, que paralelo al desarrollo económico de las comunidades, los
protagonistas de los programas sean partícipes del surgimiento mismo de tales
procesos, que la realización de las necesidades sea el motor del desarrollo y
estimule la solidaridad social y el crecimiento de las personas.
6. BENEFICIOS DE LA RECREACION:
La categoría de beneficios que trabaja
1.
Mejoramiento
de una condición: El mejoramiento de una condición puede ocurrir para
un individuo o un grupo tal como la familia, el grupo de trabajo, el
vecindario o la sociedad, o de una entidad
tal como el medio ambiente físico. Este tipo de beneficios se orienta
a la salud, la cohesión grupal, el hacer de una comunidad un entorno más
rico, la calidad del agua o del aire, hacia el incremento o mejora de un
grupo de beneficiarios.
2.
Prevención
para que una condición empeore:
Se relaciona con el intentar mantener una condición deseada como un
medio de prevenir que las condiciones empeoren. Por ejemplo, mantener abierto
un espacio cultural abierto para mantener la comunidad o región como un lugar
adecuado o atractivo para los visitantes o para que el comercio se
desarrolle, los programas de jornada complementaria para ofrecer alternativas
de ocio para los jóvenes en condiciones de vulnerabilidad, etc.
3.
Realización
de una experiencia psicológica: Se refiere a la categoría de beneficios
donde los participantes seleccionan cierto tipo de alternativas de ocio con
el propósito específico de realizar una experiencia psicológica particular.
Por ejemplo para reducir el estrés, el disfrute estético y la
autorealización.
Por
otra parte, las categorías utilizadas en el movimiento de beneficios son:
Beneficios individuales: Se refiere a las oportunidades para vivir,
aprender y llevar una vida satisfactoria y productiva así como para encontrar
caminos para experimentar sus propósitos, placer, salud y bienestar. Entre
los más específicos se encuentran: Una vida plena y sigfificativa, balance
entre trabajo y juego, satisfacción con la vida, calidad de vida, desarrollo
y crecimiento personal, autoestima y autoreciliencia, sentido de acompañamiento,
creatividad y adaptabilidad, solución de problemas y toma de decisiones,
salud y mantenimiento físico, bienestar psicológico, apreciación y
satisfacción personal, sentido de aventura, etc.
Beneficios comunitarios: Se refiere a las oportunidades para vivir e
interactuar con a familia, los grupos de trabajo, los vecindarios, las
comunidades y el mundo. Ninguna persona es una isla, vivimos e interactuamos
con otros, el ocio y la recreación, y parques juegan un rol integral en la
provisión de oportunidades para estos tipos de interacciones. Beneficios más
específicos incluyen: Comunidades vitales, fuertes e integradas, integración
familiar, tolerancia y comprensión étnica y cultural, apoyo para los jóvenes,
condiciones adecuadas para los adultos mayores, más autonomía y menos
alienación, reducción de la delincuencia, comprensión y tolerancia entre
otras.
Beneficios ambientales: Provee y preserva parques y espacios abiertos
mejora la desirability de un área así como contribuye a la seguridad y salud de sus habitantes, beneficios más
específicos incluyen: Salud y protección ambiental, neutraliza los efectos de
las relocalizaciones, salud física y bienestar, reducción del estrés,
recursos para la comunidad, incremento de los valores de la propiedad, limpieza
del aire y del agua, protección del ecosistema.
Beneficios económicos: Los parques y la recreación son más que
servicios que se venden, contribuyen al bienestar de los individuos para la
continuidad y viabilidad de las comunidades y el mundo. Otros beneficios
incluyen: estímulo económico, reduce los costos de salud, reduce el
vandalismo y el crimen, cataliza el turismo, mantiene una fuerza de trabajo
productivo.
Los
beneficios de la recreación son muy amplios y abarcan las diferentes
dimensiones del ser humano y las necesidades del Modelo a Escala Humana; la
cuestión es cómo diseñar los programas de tal manera que se garanticen
efectos sinérgicos.
7. PEDAGOGIA DEL OCIO:
Históricamente, el
concepto de la recreación ha pasado por muchos estados no necesariamente
asociados a desarrollos académicos y científicos juiciosos que se han dado
alrededor del mismo. La revisión de la
literatura es consistente en mostrar que el ocio y la recreación son
actividades humanas, y en su sentido más esencial, son democráticas y
libertarias.
Sin embargo, la
aplicación práctica de los conceptos ha conducido a tergiversaciones
provenientes del recreacionismo, la industria del entretenimiento y
hegemonías culturales que presionan por una validación no ajustada a lo que
ha sido su devenir teórico y metodológico y las especificidades regionales y
culturales que demandan la calidad de la vivencia.
De acuerdo con el
artículo 5º. de la Ley
del Deporte, la recreación se define como:
“... un proceso de acción participativa y dinámica que facilita
entender la vida como una vivencia de disfrute, creación y libertad, en el
pleno desarrollo de las potencialidades del ser humano para su realización y
mejoramiento de la calidad de vida individual y social, mediante la práctica de actividades
físicas, intelectuales o de esparcimiento”
El análisis de
esta definición en sus componentes esenciales no es cuestionable por
varias razones: a) el hecho de asumirse como un proceso de acción
participativa implica que se debe formar al individuo con la autonomía y
criterio para decidir el qué, el cómo y para qué de la actividad; b) el no
inscribirlo como una actividad exclusiva del tiempo libre, sino como “una forma de entender la vida
como vivencia de disfrute, creación y libertad, la potencia como un
satisfactor en todos los ámbitos de interacción del hombre y no exclusivo de
las actividades de ocio; c) el plantearse como un medio para el mejoramiento
de la calidad de vida, lo inscribe en la categoría de un servicio esencial
para el hombre, puesto que el concepto de calidad abarca todas las áreas de ajuste
del hombre, psicológico individual, social, familiar, político y, para
nuestro caso, educativo.
Un aspecto de la
definición que limita el alcance de la misma es enmarcarla sólo dentro de las
actividades físicas, intelectuales o de esparcimiento, lo que nominalmente
tendría impacto sobre la recreación principalmente como estrategias de
formación para la vida en y para el tiempo, en y para todas las actividades humanas.
El concepto moderno de la
recreación lo define con un sentido más social, en la medida que tiene
impacto no únicamente sobre el desarrollo de la personalidad individual sino
que busca que este desarrollo trascienda al ámbito local y propicie dinámicas
de mejoramiento y autodependencia de las comunidades, a partir de unos
indicadores y beneficios que deben ser garantizados en la calidad de la
vivencia, la cual debe respetar su dimensión humana esencial: la lúdica, las
actitudes y la libertad de elección por parte de quien se re-crea.
Cada de una de las
definiciones que consideran como elemento relevante cualquiera de estas
variables, en sí mismas son diversas. Por ejemplo, si se trata del factor tiempo,
hay quienes consideran que el ocio es aquél que está ocupado en no trabajar -
trabajo remunerado - otros suman el
tiempo de trabajo, el que se dedica a las tareas y obligaciones familiares y
personales y quienes además le adicionan el tiempo dedicado a las
obligaciones espirituales y políticas, dejando como ocio el tiempo libre en
el sentido de no ocupado por ninguna imposición sea del tipo que sea (Puig y
Trilla, 1996).
Otras definiciones
opuestas o complementarias a las anteriores definen el ocio por la actitud de
quien lo vive, se considera un logro fundamentalmente personal que se alcanza
como resultado de la expresión libre, creativa y satisfactoria del sujeto.
Otros autores se refieren
al ocio en términos de las actividades, donde se encuentran dos posiciones:
las definiciones relacionadas directa y específicamente con el ocio y la de
quienes plantean que el ocio está en cualquier actividad, incluso el trabajo,
dependiendo de la actitud con la que el individuo lo asuma.
Una definición que
integra estos tres elementos, aunque mantiene la clasificación de tiempo por
su contenido, es la de Dumazedier
quien afirma: “el ocio es un conjunto
de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera
completamente voluntaria, sea para descansar, sea para divertirse, sea para
desarrollar su información o formación desinteresada, su participación social
voluntaria tras haberse liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales”
Por otra parte la
recreación se ha definido como un juego con reglas relativas que normalmente
involucra actividad física y que proporciona descanso o re-creación, no
únicamente para el trabajo sino también en otras actividades sociales. La
recreación es vista como una manifestación del hombre del juego, la
creatividad y la auto-expresión. La
recreación no necesariamente involucra competencia, es más orientado
individualmente, más espontáneo y menos regido por reglas. La Recreación es
un concepto muy democrático - es para cualquier persona - (Fuente Internet)
Genéricamente, la
definición de recreación y ocio se ubica en cinco grandes áreas: la
humanística (que lo define en términos de emociones), la terapéutica (lo ve
como un producto esencial), la cuantitativa (que lo ve como el tiempo
segmentado), la sociológica (como la interrelación entre sociedad y ocio) y
la de los autoexpresionistas (como un medio de expresión y afianzamiento de
la identidad de los participantes).
De las diferentes
posiciones se deriva filosóficamente una forma de asumir el ocio y la
recreación. Sin embargo, bien sea que se tome como actividad, experiencia,
educación, es indudable la importancia que el ocio y la recreación han tomado
en la vida del hombre y por ende la preocupación que existe acerca del qué y
el cómo construir una cultura del ocio y el tiempo libre que sea realmente
constructiva y que se operacionalice en ofertas concretas en el espacio
local.
En Colombia, aún es un
campo incipiente desde cualquier ámbito que se le mire: investigación,
vivencia, formación o gestión, a diferencia de Estados Unidos, Europa,
Canadá, entre otros, donde el desarrollo académico, científico, y la oferta
de programas y espacios de ocio y tiempo libre se han posicionado ya como un
sector de primera importancia para el desarrollo de sus sociedades.
A la pedagogía del ocio
se le atribuye la doble misión de educar en el tiempo libre y la de educar para
el tiempo libre. Con relación a lo primero, el tiempo libre sería considerado
sólo como el ámbito temporal en el que se materializa algún tipo de
educación, que puede ser una actividad propia del ocio encaminada a formar a
la persona para que éste sea más enriquecedor o dirigida a algún objetivo
formativo o de aprendizaje alejado del tiempo libre, es decir educar en el tiempo libre significa aprovechar este tiempo como marco de
alguna actividad educativa sea la que sea.
Educar para el tiempo
libre se refiere a que ese tiempo se convierte en el objetivo de la
intervención pedagógica. Se pretende
preparar, formar a la persona para que viva su tiempo disponible - libre o
fuera de él - de la mejor manera.
Educar en y para el tiempo libre se confunden en muchos
casos debido a que desde las dos aproximaciones la acción educativa está
mediatizada por el ocio, es decir por las variables que la definen en
términos principalmente de la actitud como el individuo la asume y de manera
secundaria por el contenido de las actividades. No se incluye la variable
tiempo en la medida que se consideraría también su realización en el tiempo
ocupado, como es por ejemplo, el horario académico de los niños.
Como se anotó, un
elemento esencial es el juego; se educa para y en el tiempo libre mediante la
vivencia del ocio mismo, es decir, son inseparables los procesos de
aprendizaje y de la práctica concreta
de los contenidos que hay que aprender. Como anotan Puig y Trilla (1996), “… la pedagogía del ocio ha de contribuir
a la creación de esta rica, creativa y personal vivencia respetando siempre,
además, la autonomía esencial del tiempo libre”.
Actualmente la producción
en serie de bienes de consumo ha impuesto un estilo individual del mismo y
las actividades de ocio han seguido esta tendencia general, por lo que suelen
tener poco de colectivas; aún la familia ha perdido poco a poco su función de
sociabilidad. El estilo de vida urbano industrial la ha reducido a su
dimensión nuclear donde solo conviven dos generaciones (padres e hijos), la
disminución de la fecundidad y el desplazamiento de la mujer al trabajo entre
otras, la han debilitado y sigue en decremento el papel privilegiado de
sociabilidad durante el tiempo libre, sin embargo continuará teniendo un
significado importante para la vida del hombre.
De otro lado, las
actividades de ocio propician y facilitan la cohesión social mediante el
asociacionismo, la construcción de
comunidad, y un espacio físico y temporal para el encuentro, para la
renovación de lazos y el encuentro con otros.
Como toda actividad social,
el ocio tiene una faceta simbólica - sin entrar en la interpretación que
asume lo simbólico del ocio como un símbolo de clase más que de placer-, se
rescata el valor del mismo como un signo de afirmación personal, da la
posibilidad de emanciparse de las
divisiones sociales, de romper con el conformismo del propio medio social
para facilitar una expresión más íntegra de la propia personalidad, deseos y
gustos.
En cuanto a la función
terapéutica del ocio, se consideran las funciones esenciales de descanso y
diversión las cuales coadyuvan a mantener la salud. En este caso el tipo de
actividades que se realicen contribuyen de una u otra manera (psicológica o
físicamente) a mantener un estado de bienestar; el ejemplo más claro, los
beneficios de la actividad física.
Por último y por la vinculación estrecha entre las
actividades del ocio y la industria del entretenimiento, es obvio que el
esparcimiento ha entrado a ser un rubro importante de la economía. Influye
sobre las telecomunicaciones, el transporte, el desarrollo turístico. Sin
embargo el ocio moderno no siempre está sometido al principio de consumo,
sólo tiene funciones positivas con respecto al sistema económico; el ocio
supone tiempo libre pero la extensión de las actividades de esparcimiento exige todavía más tiempo libre, de ahí las
fuertes presiones para aumentarlo.
Si se ha de cumplir con
estas funciones, convendría retomar algunos principios que Puig y
Trillas (1996) proponen y que vale la
pena retomar en la medida que enuncian prácticas de la recreación que
contribuyen a reafirmar su concepción y vivencia:
·
No parcelar el
tiempo: Un programa pedagógico en torno al ocio ha de inscribirse en un
programa más general que procure detener la polarización entre el tiempo
libre y las otras esferas de la vida individual y social. La extensión del
tiempo libre no debe ir en detrimento cualitativo de los otros tiempos. Por
lo tanto se ha de incrementar en lo posible el nivel de satisfacción personal
que en sí misma sea capaz de generar la actividad escolar y las que en general estén orientadas a la satisfacción de
necesidades humanas fundamentales. Rescatar lo lúdico y placentero de lo
cotidiano, de las no tan pequeñas actividades que permiten al hombre tener un
proceso de vida mejor.
·
Liberar el tiempo
de ocio para el tiempo formativo: Se refiere a la
necesidad de optimizar el tiempo
disponible, de romper también con la visión de asumir las actividades de ocio
y recreativas como “no serias” y las del trabajo y escuela como “serias”. Implica además el formar de manera crítica
frente a las oportunidades de ocio que ofrece el contexto. El consumir de
manera pasiva los productos que ofrece la industria del entretenimiento o los
programas y actividades que son un fin en sí mismo sin rescatar su valor libertario,
autónomo y creativo es esclavizarse de estereotipos y por ende esclavizar el tiempo libre. (Los
medios de comunicación y en especial la televisión, principal distracción de
nuestros días, puede ser aprovechada adecuadamente para fomentar el espíritu
crítico y creativo, como lo demuestran recientes experiencias pedagógicas).
·
Participación
del conjunto de instituciones formativas: La pedagogía del ocio no
acaba en la intervención directa que sobre el tiempo libre desarrollan las
instituciones y profesiones creadas expresamente para este fin. Contribuir a
la formación de las personas para conseguir un mejor ocio, es una tarea del
conjunto de instituciones educativas - escuela, familia, medios de
comunicación, etc.- La orientación del contenido del tiempo libre es
condicionada por las vivencias, valores, hábitos, destrezas y recursos que la
familia y la escuela han generado.
·
No aburrir: Uno de los rasgos esenciales de la actividad
del ocio es el placer que produce el hecho mismo de realizarla, independientemente
de la satisfacción que generan los efectos que en cada caso persigan. La
manera de hacer, independientemente de las restricciones que se tengan, debe
ser placentera y procurar fundamentalmente satisfacción, alegría y diversión,
es decir, debe rescatar la capacidad lúdica del hombre. Por ejemplo, los
colombianos en su mayoría son lúdicos en esencia, imaginativos, creativos
para la fiesta y el juego y creativos también para sobrevivir en y a pesar de
las peores circunstancias, capacidad lúdica que puede ser canalizada de
manera enriquecedora para ellos mismos y la sociedad.
·
Respetar la
autonomía en el qué y en el cómo: El objetivo primario de
la pedagogía del ocio no es solo la de distraer y divertir, se trata también
de que el individuo aprenda a divertirse mejor. Uno de los valores formativos más
importantes del ocio es la autonomía de la persona en la decisión de la
actividad y en el proceso de su ejecución.
El ocio no debe ser algo a consumir sino a crear, y la educación para
el tiempo libre ha de dirigirse a fomentar y no a suplir la capacidad de
hacerlo.
·
Hacer
compatible diversión, creación y aprendizaje: Uno de los objetivos de la pedagogía del
ocio –y que debe ser compartido por la pedagogía en general- es la de mostrar
la viabilidad de un tipo de actividad no compulsiva, generada y planificada
responsablemente por el propio ejecutante, en la que se conjuguen
aprendizaje, creación, diversión, participación colectiva y el cultivo de la
propia individualidad. El tiempo libre es quizá el ámbito más adecuado para
generar actividades que puedan cumplir simultáneamente tales objetivos y que
permitan construir modelos de trabajo extrapolables a otros ámbitos que
rompan con las creencias que relacionan las actividades laborales y escolares con el aburrimiento y
desvinculadas de los intereses personales. Así mismo ha de promover en las
personas la posibilidad de creación individual y colectiva, de alternativas
que neutralicen la rutina del tiempo, para en últimas procurar la realización
imaginativa o la acción creadora.
·
Hacer
compatibles el ocio individual y el
ocio compartido: La intervención educativa sobre el tiempo libre
debe potenciar el ejercicio positivo
del ocio individual y del ocio compartido. Por una parte, formar para el
encuentro consigo mismo, la contemplación y la reflexión o el desarrollo de
actividades como la lectura y la meditación; por otra debe posibilitar
espacios para el juego colectivo, la tertulia, la relación socializadora y la
valoración de la amistad, entre otras.
La observación de estos
principios en el terreno del trabajo
de campo, lograr que la recreación y el ocio cumplan los objetivos que los
diferentes autores proponen y que además sea coherente con las definiciones
que lo respaldan, no es una tarea fácil. Exige maestros, animadores y
recreadores preparados para ello, formados en la lúdica y el juego y con las
aptitudes y actitudes personales para operacionalizar estos presupuestos.
Es un reto y un desafío
porque necesariamente exige superar la mirada microinstitucional y vertical a
los programas de recreación, e igualmente requiere un estudio juicioso y
serio de sus fundamentos y la construcción de un marco argumentativo que
promueva un cambio en la comunidades, los individuos y la sociedad respecto a las creencias erróneas y aún
vigentes sobre lo que es y no es la
recreación.
8. EL TALLER CREATIVO RECREATIVO:
Dentro de las
actividades y técnicas propias de la animación sociocultural que pretenden
desatar un proceso de participación, de expresión y de creatividad y
favorecen la adquisición de conocimientos y el desarrollo del uso crítico e
ilustrado de la razón, encontramos el taller, el cual se constituye en un
soporte de singular importancia dentro de la pedagogía lúdica.
El taller
está concebido como una técnica grupal consistente en reuniones de estudio y
trabajo práctico de personas que tienen una problemática común. Su finalidad
es partir de información e instrucción para identificar, analizar y resolver
problemas.
El taller
recreativo, más que una actividad, será un espacio lúdico y una oportunidad
para que quien la adelanta amplíe sus conocimientos sobre un tema de manera
placentera, encuentre elementos para ampliar su capacidad de relación,
desarrolle aptitudes y potenciales de sí mismo y amplíe su capacidad de
expresión a través de un proceso que le lleva a una creación, producto de su
esfuerzo y trabajo, enriqueciendo su proceso de humanización.
Por medio de
la vivencia de la actividad adelantada, el participante rescata para sí su
capacidad creativa, enajenada la mayoría de las veces por los mitos de la
especialización, como por un sistema educativo que hace más énfasis en la
importancia del producto frente a la importancia del proceso creativo que
potencializa las aptitudes y capacidades de la persona.
De cada
taller debe surgir un producto específico que resulta de la capacidad
analítico-creadora de los participantes y una relación clara entre la teoría
y su aplicación a la solución de problemas concretos. El resultado de un
taller no es necesariamente un producto material; puede ser de planeamiento,
de aclaración conceptual sobre un tema, de generación de herramientas para un
trabajo posterior, etc.
El trabajo en
taller se propone como una estrategia que pretende superar el verbalismo
cientifista de otras metodologías; se debe complementar con otras actividades
como conferencias, actividades extra-clase, consulta bibliográfica, lo que
posibilita ampliar el rango de las alternativas de aprendizaje.
Enciso y Rico
(1.988) mencionan como principios orientadores del trabajo educativo en
taller los siguientes:
·
Estímulo
a la vivencia. El taller debe propiciar, en todos los niveles
de la labor educativa, el estímulo a vivenciar los procesos, desarrollar la
creatividad y promover el interés por la cultura y los aspectos científicos y
técnicos.
·
Debe
ser orientado. Si bien a través de esta técnica se pretende
fomentar la participación individual y creadora de cada miembro del grupo;
para lograr tal objetivo es necesario que el docente oriente las actividades
y el proceso y además promueva la claridad y concepción tanto de los
conceptos como de los métodos y técnicas empleados.
·
Uso
de la técnica de aprender-haciendo. En el
taller los conocimientos adquiridos son fruto de la actividad personal a
través de una práctica concreta. Lo que se escucha o se ve se olvida mas
fácilmente que aquello que se ha realizado prácticamente.
·
Unificación
de la teoría y la práctica. En el proceso de aprendizaje a
través de talleres, tanto la teoría como la práctica son dos instancias que
se complementan. La una sin la otra carece de sentido; por tal razón, este
método, si bien privilegia la práctica dando especial énfasis al “hacer”, ha
de buscar a partir de allí referenciarlo con el componente teórico que le da
sustento.
·
Aprender
a aprender. Igualmente el taller busca que el participante,
a través de la vivencia de los procesos que se dan en su práctica, asuma los
conocimientos no como algo acabado sino como un elemento en continua
transformación y que hay que seguir procesando y mejorando. Con ello se
pretende que cada participante amplíe sus conocimientos y los recree con el
acompañamiento del orientador.
·
Recuperar
la realidad. En el taller, los participantes parten de su
propia experiencia con respecto al conocimiento del tema a tratar; el
orientador debe rescatar y promover la utilización de los saberes
individuales y del colectivo incorporándolos al proceso que está
desarrollando.
8.1. METODOLOGÍA DEL TALLER
El desarrollo
de las aptitudes y potencialidades del individuo y de las habilidades
comunicativas tiene mayor impacto si se enfoca desde la metodología del
taller, orientando y estimulando debidamente su capacidad creadora; éste
podrá asumirse ejercitando alguna de las posibilidades propuestas como
orientaciones para el desempeño del recreador: deductiva, inductiva o
casuística
·
Deductiva:
Mediante una corta presentación teórica del tema o de la
problemática a tratar, los participantes recolectan e intercambian
información, la analizan y plantean conclusiones o alternativas de solución.
·
Inductiva:
Sobre el tema a tratar, los participantes presentan
ejemplos, datos o aspectos específicos del mismo. Con base en la información
obtenida, se hace el análisis que conduzca al planteamiento teórico final,
sobre el que se puede llegar a la búsqueda de conclusiones y soluciones.
·
Casuística.
A partir del análisis de casos se busca llegar a
formulaciones teóricas y soluciones prácticas al problema general presentado.
Como ya se
anotó, la metodología a aplicar dependerá de la habilidad del orientador para
seleccionar la más conveniente, según cada caso, aunque lo esencial del trabajo del taller estará dado por el
nivel de participación de los integrantes. Se debe tener, igualmente,
especial claridad en los criterios de selección y aplicación de las
actividades, procurando mantener la dinámica, motivando contínuamente a sus
pupilos hacia la tarea, dando cabida a las sugerencias de los participantes y
evitando caer en la rutinización del proceso.
Tanto al
inicio como al final de cada sesión se recomienda hacer dinámicas grupales de
reconocimiento y afianzamiento, tales como juegos de presentación, de
integración, de animación, de coordinación, penitencias, dinámicas de
aplauso, y otros, que además de divertir procuran la agilidad mental, el
fortalecimiento de habilidades, la identificación cultural, el reconocimiento
del grupo, el auto-dominio y la confianza.
A
continuación relacionamos algunas sugerencias útiles para el diseño de
talleres creativos recreativos:
·
Determinar claramente los objetivos
que se pretenden conseguir, pues serán el punto de referencia permanente.
·
Determinar primeramente el tema a
desarrollar y con base en él, diseñar el programa y seleccionar las
actividades y métodos a emplear.
·
Programar debidamente el tiempo
disponible de tal manera que sea suficiente para desarrollar el programa,
teniendo en cuenta que lo más importante no es que se hagan “todas” las
actividades, sino que se alcancen los objetivos previstos.
·
Preparar oportunamente el escenario y
los materiales y elementos necesarios para desarrollar el tema.
·
Se debe programar el taller con
suficiente anticipación teniendo en cuenta las características y necesidades
del auditorio.
·
Fomentar el interés por la
participación permanente evitando la realización de sesiones demasiado largas
que se tornan tediosas y agotadoras.
·
Dar a conocer las instrucciones
necesarias en forma clara y oportuna con el fin de enterar a los
participantes sobre lo que se va a hacer y sobre las normas que se deben
conservar.
·
Diseñar el programa con diversidad
suficiente para que sea ameno y posibilite el desarrollo de las diferentes
dimensiones de los participantes.
·
Utilizar en su realización materiales
y elementos de fácil consecución y con los cuales el participante tenga
familiaridad.
8.2. ACTIVIDADES
El empleo
adecuado de las actividades recreativas como “instrumento” en el taller,
permite hacer placentero el proceso - de eso se trata- y contribuye
positivamente al logro de los objetivos propuestos, a la vez que aporta
elementos esenciales para el
desarrollo del individuo a través de la vivencia.
Para que la
actividad recreativa produzca el efecto esperado es necesario que se maneje
en forma equilibrada de acuerdo con los intereses y características del grupo
y que responda a la intencionalidad del orientador y a los fines previstos. A
continuación presentamos la tipología de las mismas, consignada en el
documento de referencia:
·
Lúdicas:
Orientadas a facilitar que el participante se relacione consigo mismo, con
los otros participantes y con los objetivos, métodos y tareas de la actividad
(juegos de presentación, de integración, penitencias, juegos de mesa, etc.).
Igualmente le permitirán asumir la recreación como elemento básico de su vida
y crecimiento personal.
·
Manuales
y artesanales: Contribuyen a incrementar el
desarrollo motriz, el conocimiento y manejo del cuerpo, a fomentar la
capacidad creadora y a ampliar las posibilidades de expresión a través de
materiales. Fortalecen la creatividad, la autoafirmación y la exploración y
desarrollo de aptitudes, habilidades y destrezas (actividades de expresión
plástica y con materiales de desecho).
·
Culturales:
Se orientan a fortalecer el desarrollo de la dimensión intelectual del
participante. A través de la exploración de la propia cultura y de la de los
otros, podrá ampliar la concepción del mundo y asumir a los demás en su
diferencia con mayor seguridad y facilidad. Son un amplio espacio lúdico
donde se disfruta de una relación armoniosa con sus similares a la vez que se
identifica con sus raíces culturales (centro
literario, jornada cultural).
·
Deportivas:
Además de ser una oportunidad para el desarrollo de la dimensión física,
fomentan el sentido de pertenencia, el
desempeño en equipo, la capacidad de relacionarse, la valoración de la
cooperación, el respeto a las normas, la solidaridad y el liderazgo
(sugerimos en este caso los juegos
pre-deportivos donde el interés por compartir debe desplazar al de
competir).
·
Sociales:
Encausadas al fomento de las dimensiones sociales y síquicas de la persona,
posibilitan la expansión y el fortalecimiento de las relaciones y la
valoración de los otros, fundamentadas en el respeto y la aceptación. Son
oportunidades claras para estrechar los lazos de amistad y compañerismo y por
lo tanto dar cohesión al grupo (celebraciones).
Copyright © Antonio Javier Gonzalez Fumero .
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